«La muerte de un comediante» pisa su segunda semana de rodaje, ahora con doble locación: filmamos en un bar y una librería. Gabo trae otro backstage para que se sigan divirtiendo.
«La muerte de un comediante» pisa su segunda semana de rodaje, ahora con doble locación: filmamos en un bar y una librería. Gabo trae otro backstage para que se sigan divirtiendo.
En medio del calor de una tarde venezolana cualquiera, una cabeza de leopardo aparece tirada sin rastros ni pistas. A esta altura, nada de lo que pase en Venezuela sorprende, ni siquiera al autor de este relato.
Los libros de esta saga dejan desnudos a sus protagonistas, que cuentan su vida de película como si fuera una ficción. Y, como no están muertos, son aventuras que se seguirán escribiendo.