Alejo Barmasch nos deslumbra con un cuento policial que tiene todo lo necesario: un muerto, un pueblo, un calabozo y un mundo tenebroso que orquesta todos los ingredientes en un relato genial.
Alejo Barmasch nos deslumbra con un cuento policial que tiene todo lo necesario: un muerto, un pueblo, un calabozo y un mundo tenebroso que orquesta todos los ingredientes en un relato genial.