Eran mejores los tiempos en que no sabíamos dónde estaba nuestra pareja, ni con quién, ni haciendo qué. Todo el mundo era cornudo, pero la tecnología no te metía el dedo en la llaga.
7 de octubre, 2011
Eran mejores los tiempos en que no sabíamos dónde estaba nuestra pareja, ni con quién, ni haciendo qué. Todo el mundo era cornudo, pero la tecnología no te metía el dedo en la llaga.