La historia que trae bajo el brazo Liao Yiwu en el número doce no es para estómagos frágiles. Desde ya mismo aviso que muchos lectores no querrán terminar el texto. Vamos a comer fetos.
La historia que trae bajo el brazo Liao Yiwu en el número doce no es para estómagos frágiles. Desde ya mismo aviso que muchos lectores no querrán terminar el texto. Vamos a comer fetos.