A Marcos Pereyra le gustaba jugar al Black Jack, pero lo había dejado. Como somos muy malas personas, lo enviamos a Atlantic City con viáticos, para que le vuelva el vicio.
9 de marzo, 2013
A Marcos Pereyra le gustaba jugar al Black Jack, pero lo había dejado. Como somos muy malas personas, lo enviamos a Atlantic City con viáticos, para que le vuelva el vicio.