Eran mejores los tiempos en que no sabíamos dónde estaba nuestra pareja, ni con quién, ni haciendo qué. Todo el mundo era cornudo, pero la tecnología no te metía el dedo en la llaga.
7 de octubre, 2011
Eran mejores los tiempos en que no sabíamos dónde estaba nuestra pareja, ni con quién, ni haciendo qué. Todo el mundo era cornudo, pero la tecnología no te metía el dedo en la llaga.
Rodrigo Solís es un escritor mexicano que tiene algo que ningún otro escritor posee: su hermana es la mujer más hermosa de su país. ¿Cómo lleva un narrador, inédito y pobre, el éxito de una hermana que con solo sonreír y ponerse maquillajes alcanza la fama?
Quería ser mago, pero perdió la mano en un accidente en la infancia. Ulises Rodríguez lo entrevistó en exclusiva para Orsai. A cuatro años de su muerte, compartimos una charla deliciosa.
Olvídense durante un rato del Miguel Rep dibujante, y préstenle atención al Miguel Rep narrador. Aquí tienen, para empezar, cinco muestras en forma de anécdotas personales.
Leila Guerriero fue invitada en 2010 a la universidad de Alcalá de Henares y llevó un diario privado con postales de una España en crisis. ¿Qué escribe un periodista en sus tiempos muertos?
Diego Fonseca juega con la idea de Estados Unidos como Belindia: riqueza y modernidad de Bélgica para los más educados, pobreza e ignorancia de la India para las masas.
La cuarta edición de Orsai es también la última de la primera etapa. Por eso tiramos la casa por la ventana con textos inéditos de Miguel Rep, Leo Maslíah, Guillermo Martínez, Mario Bellatin y hasta ilustraciones del Flaco Spinetta. La portada, un lujito de Max Aguirre.
Chiri y Casciari no sabían si la revista Orsai seguiría un año más, pero estaban convencido de algo: habían llegado a la promesa de publicar cuatro ediciones. Entonces, recordaron algo de sus 20 años.
Las sobremesas de la tercera entrega de Orsai están intervenidas por diferentes formas de kayaks creados por Ermengol, el histórico dibujante de todas las charlas entre Chiri y Hernán en la revista.
Nuevo capítulo de la vida de estos dos amiguitos, que comienzan a descubrir la sexualidad cuando a uno de ellos le pasa algo rarísimo: se le para el pito. Ilustra Bernardo Erlich. Guión de Hernán Casciari.