Para el primer número de la segunda temporada de Orsai fuimos a pedirle a Enrique Symns que nos armara su panteón personal, y nos sacó a pasear por el universo de los músicos, poetas y pintores que se fueron de su vida.
Para el primer número de la segunda temporada de Orsai fuimos a pedirle a Enrique Symns que nos armara su panteón personal, y nos sacó a pasear por el universo de los músicos, poetas y pintores que se fueron de su vida.
Aquí un ensayo que habla de procrastinar, de dejar las cosas para después, de escribir y de esperar. También habla de la edad y de todo lo que pensamos cuando nos miramos para adentro.
El investigador policial Rodolfo Palacios y el mítico historietista Cacho Mandrafina aceptaron el desafío de contar la fuga de los Lanatta por los campos de Santa Fe. El resultado es magia pura.
En el primer editorial de la segunda temporada el director ironiza sobre lo sencillo que es hacer una revista cultural sin publicidad y sin subsidios en el contexto de un gobierno de derecha.
La primera edición de la segunda temporada de Orsai. Con todo el staff de nuevo alerta pero esta vez desde Buenos Aires. La portada es de Washington Cucurto y lo demás es impresionante.
Sexto volumen de la Colección Casciari. Portada rústica con solapas, ilustrada por Horacio Petre. Tamaño 23×15 cm. 256 páginas. ISBN 978- 978-84-15525-09-7. Primera edición: octubre 2015.
El tercer año de Orsai fue también final de temporada. Hernán se quedó en Barcelona y Chiri volvió a Argentina con su familia. La enorme calidad gráfica y una exclusiva con Stephen Hawking fueron los grandes hitos.
En esta última revista, después de dieciséis números de insistencia conseguimos publicar un texto de Claudia Piñeiro, Horacio Altuna se lució con «Hot» y, estámos tan contentos, que les confesamos cuántas páginas ocupan todas las sobremesas.
A los alumnos de su taller, Josefina Licitra les pidió sólo una cosa: que no escribieran sobre sus abuelos. Tom Witcher, por suerte, la ignoró y contó la historia del único sobreviviente argentino en la lista de Schindler.
Juan Balian, un alumno del taller de Pedro Mairal, leyó un texto contado desde la óptica de la mujer de un militar y no pudo sacárselo de la cabeza.