Dice Manu Cantón que contar una historia no es más que acumular indicios y en su texto deja, lista a lista, evidencias sobre la ternura, el amor y la pérdida.
Dice Manu Cantón que contar una historia no es más que acumular indicios y en su texto deja, lista a lista, evidencias sobre la ternura, el amor y la pérdida.
Una empleada de una funeraria, un affaire poco conveniente y la rutina entre los muertos. Otro de los mundos demasiado realistas que construye Walter Lezcano.
Una crónica hermosa y desgarradora sobre el hecho de perder a alguien y todos los pasos que hacemos o nos inventamos para estar mejor.
Nos dimos un lujazo: como en los tiempos de El gran surubí, volvimos a juntar a la dupla Mairal-González, en un poema sublime de Pedro con ilustraciones magníficas de Jorge.
¿Quieren leer, o escuchar, un cuento que tiene todo lo necesario para entretener y sugestionar? Aquí está este, de la escritora boliviana Liliana Colanzi, sobre la muerte temprana de un compañerito de colegio.
Andreu Buenafuente nos cuenta la historia de una foto que sacó a finales de diciembre en un cementerio de Nueva Orleans. Es su mejor excusa para hablarnos de la muerte.
Gabriela Wiener se encerró un fin de semana en unos talleres vivenciales que prometían acercarla a la visión de su muerte. Entró sin muchas expectativas, pero salió muy muy rara.